La tarde de ayer se difundió en la prensa mexicana que Alejandra Guzmán había sido internada de emergencia en un hospital, por una complicación en una cirugía mal asistida, que versiones extraoficiales indicaron que había sido porque la cantante quiso aumentarse los glúteos y la sustancia que le inyectaron le causó una fuerte infección y se encontraba entre la vida y la muerte.
La cantante emitió un comunicado donde explicó que, debido a su delicado estado de salud, permanece en observación médica y, en consecuencia, cancelará las presentaciones que tenía planeadas este mes.
De acuerdo con el boletín enviado por Ocesa, la diva descartó explicar los motivos de su frágil salud física.
La Guzmán, como es conocida, añadió que los médicos aún no han determinado la causa de su padecimiento, por lo cual permanece en el hospital bajo observación.
Enfatizó su compromiso con el público, pero “mi tiempo y prioridad es conmigo misma”, por lo cual anunció la cancelación de sus próximas presentaciones y compromisos promocionales.
Finalizó diciendo que por el momento, los planes para el lanzamiento de su nuevo disco siguen en puerta.
La radio conductora Shanik Berman dijo en su programa que la Guzmán estuvo a punto de morir por unas inyecciones para mejorar su estética, según lo publicado en el diario El Universal.
“Alejandra estuvo a punto de morir, toda su sangre se infectó, parece que le inyectaron una especie de cemento. Es algo innombrable lo que le hicieron”, señalo Shanik.
Además también se difundió la versión de que la cosmetóloga Valentina de Albornoz había inyectado a la cantante, la tarde de ayer Valentina inauguraría una de sus clínicas de belleza, pero no se presentó.
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